En el Parque Histórico de la ciudad de Guayaquil pueden encontrarse estas casas que antiguamente se ubicaban en el centro. Fueron desmontadas y vueltas a montar, pieza a pieza. En este parque, cuya entrada es gratuíta, se puede ver, además, una nada desdeñable muestra de flora y fauna locales. Y todo eso sin que atrone, omnipresente, el sensual ritmo de la musicorra latina. Es un remansito de paz. Bien chévere, oigan.