Rumbo a Vitré.Hoy, a eso de las 6:45, hemos dejado atrás la casa de Geoffrey. Nos ha llevado hasta las cercanías de Angoulême, donde hemos contactado con el coche Bla Bla car que teníamos reservado.
Nos esperaban Gaetän y Mathilda. Esta joven pareja nos ha llevado, en un cómodo y ameno viaje (y barato: 21€) hasta Rennes.

Mientras viajábamos con ellos (hablaban español, qué bendición) hemos podido conversar acerca de proyectos ecosostenibles y posibles contactos para nuestro periplo.
Lo que podría haber sido un largo y tedioso viaje en coche sin saber francés ha resultado ser, finalmente, una experiencia muy positiva.
En Rennes hemos tomado el metro para irnos a la estación de tren. Ese endemoniado artilugio que ellos denominan metro es una especie de «trenecillo bala» en el que hay que ir bien agarradito porque acelera como un fórmula 1. Cuesta 1,50€.

En Rennes hemos tomado uno de los trenes que con bastante frecuencia salen para Vitré.
El billete de Rennes a Vitré en el TER costaba 8,20€ y el trayecto ha sido rápido. El vagón era

el más cómodo en el que yo haya viajado como tren de cercanías.
Un viaje, en fin, barato, rápido y muy muy cómodo.
Veremos qué tal en Vitré…