Esta niña me conoció hace 9 semanas. Desde el primer momento mi aspecto le aterrorizó. Sin embargo, y también desde el primer momento, ha seguido las clases haciendo del miedo fuerza. Ha derramado lágrimas en silencio, soportando el pánico y no dándose por vencida. Su valentía y capacidad de superación me han emocionado. Las ganas de aprender y los arrestos. Hoy me he despedido de ella. Ahora podrá relajarse.