Hoy he tenido el inmenso placer de volver a charlar con una de las personas más maravillosas que he conocido en mis merodeos por ahí. Don Arturo, el mejor peluquero de Loja, Ecuador, está vivito y coleando y a sus 88 añazos sigue currando en su salón de peluquería, con un gran vigor y una voz potente, que suena en mi teléfono como si el mundo fuera pequeño y él estuviera aquí al lado.
Este hombre maravilloso ha derrochado amabilidad y cercanía y tiene un sitio en mi corazón que hoy hemos aireado y barrido juntos en una pequeña pero muy humana conversación.
Hasta pronto, Don Arturo. Siempre a la orden.